Fisioterapia

La electroestimulación en FISIOTERAPIA se entiende como la terapia física que aplica diversos tipos de impulsos eléctricos, con frecuencias y amplitudes variables, para conseguir una contracción muscular local.

Aunque inicialmente, su función era mejorar el tono muscular o prevenir la atrofia en pacientes con lesiones que les impedían la movilidad normal, actualmente, su campo de aplicación se ha ampliado,  y con su uso podemos conseguir:

• Relajar y disminuir las irritaciones de la musculatura producidas por sobrecargas producidas en la vida diaria o en el entrenamiento.
  
• Mejorar el dolor muscular. Contracturas.
• Mejorar la respuesta muscular ante el deporte.
• Mejorar la vascularización/circulación.
• Evitar lesiones.
• Acelerar la recuperación de una lesión.
• Trabajar la corrección postural.
• Mejorar nuestra forma física. También tiene aplicaciones en el mundo del fitness.

Es un método utilizado en FISIOTERAPIA de tratamiento para los dolores tanto mecánicos del aparato locomotor (engloba la musculatura, los ligamentos, las articulaciones, etc.) como de tipo eléctrico del sistema nervioso, que consiste en la eliminación de adherencias y zonas irritativas mediante un gancho aplicado sobre la piel.

 

Los efectos de esta técnica son:

• Mecánicos: el gancho actúa sobre adherencias fibrosas, provocando su rotura y, por tanto, mejorando el movimiento y la elasticidad de los tejidos. Mejora por tanto dolores articulares y/o musculares, esguinces, cicatrices.

• Circulatorios: genera un aumento de aporte sanguíneo a nivel local.

• Reflejo: inhibe puntos reflejos de dolor al estimularlos con el gancho.

Esta técnica está indicada para:

• Dolores musculares y/o articulares.
• Tendinitis y/o tendinosis.
• Esguinces agudos o crónicos.
• Cicatrices, con adherencias crónicas.
• Dolores de cabeza (cefaleas).
• Calambres, hormigueos, adormecimiento de zonas localizadas.

La radiación infrarroja es una forma de energía electromagnética que transmite calor seco y superficial sin necesidad de contacto físico con la fuente emisora.

La terapia con infrarrojos se utiliza en FISIOTERAPIA para aprovechar los efectos fisiológicos del calor superficial sobre los tejidos humanos para el tratamiento de diversas afecciones de la salud.

 

Los efectos a nivel local son:

• Antiinflamatorio. El calor aplicado sobre la zona a tratar produce un efecto vasodilatador que se manifiesta por un enrojecimiento de la piel y que provoca un reducción de la inflamación en la zona a tratar.

• De aumento del metabolismo, lo que ayuda a la evolución favorable en las lesiones.

• Descontracturante

• Antiespasmódico, por lo que ayuda a la disminución de los espasmos musculares (tirones).

•  Y Alivio del dolor.

El kinesiotape es una técnica  eficaz y segura usada en FISIOTERAPIA que actúa sobre la funcionalidad de un músculo y/o grupo muscular a través de la aplicación de unas cintas de algodón sobre la piel.

 

La tensión y/o dirección en la aplicación de estas cintas determinan su efecto sobre la patología,  pudiéndose conseguir:

• Efecto drenante.
  

• Efecto antinflamatorio y analgésico.

• Activación circulatoria, mejorando así el estado de la piel.

• Gran capacidad de estimulación propioceptiva:

  • Protección articular, aumenta el control sobre el movimiento de la articulación.

  • Regulación del tono muscular.

  • Protección del músculo frente a un estiramiento excesivo.

  • Corrección postural.

 

El uso de esta técnica está indicado en:

• Edemas: derrames sinoviales, linfedemas, esguinces, etc.
• Contracturas y/o sobrecargas musculares.
• Dolores articulares: se usa para corregir el movimiento de dicha articulación.
• Mejora global postural

El cuerpo está diseñado para distribuir la tensión de forma global. El equilibrio de las fuerzas de tensión continuas hace que las estructuras de nuestro cuerpo mantengan su integridad. Por lo tanto, esto explica que en nuestro cuerpo todo esté relacionado y, que cualquier lesión se convierta rápidamente en un fenómeno de distribución que crea patrones alterados en todo él.

Los elementos de transmisión de tensión forman el sistema miofascial (que son tejidos blandos: músculos, ligamentos, cápsulas, tendones, etc.). Tratando estos podemos mejorar una lesión, en particular, y el estado del cuerpo, en general.

La liberación miofascial es una técnica  usada en FISIOTERAPIA consiste en localizar zonas de conflicto en cadenas/vías miofasciales y a través de técnicas manuales rítmicas conseguir una liberación de las mismas.  Los efectos conseguidos con esta técnica ayudan a:

• Mejorar la postura.

• Mejorar la movilidad.

• Mejorar la funcionalidad.

• Disminuir el dolor.

Este tipo de técnicas están especialmente indicadas para:

• Cervicalgias, dorsalgias, lumbalgias.
• Dolor de cabeza.
• Sobrecarga muscular (post-entreno).
• Dolor visceral.
• Limitaciones de la movilidad en las articulaciones.
• Cifosis, hiperlordosis.
• Chasquidos articulares.

Los ultrasonidos son una técnica usada en tratamientos de FISIOTERAPIA que esta  basada en la transferencia de ondas mecánicas, de mayor frecuencia que las del sonido, a través de un medio físico (gel conductor) que permite que pueda propagarse y  que transmite energía (calor profundo) gracias a la vibración celular que general dichas ondas.

Sus efectos son los siguientes:

• Vasodilatación local.
• Incremento del metabolismo local, es decir, una estimulación de las funciones celulares y de la capacidad de regeneración tisular, por lo que colabora en las fases de cicatrización de los tejidos.
• Incremento de la flexibilidad de los tejidos ricos en colágeno, esto implica una disminución de la rigidez articular, de la contractura, en combinación con la movilización por parte de un fisioterapeuta.
• Efecto antiálgico y espasmolítico. Se consigue un efecto analgésico y de miorelajación (liberación de espasmos musculares) en la zona de aplicación.