COLON IRRITABLE Y LUMBALGIA. ¿QUÉ RELACIÓN TIENEN?

Está ampliamente demostrado la relación que tienen las diferentes partes de nuestro organismo entre sí, nuestro sistema digestivo está íntimamente relacionado mediante vías nerviosas parasimpáticas con nuestro sistema músculo-esquelético, por lo tanto, muchos de nuestros problemas viscerales, así como emocionales, repercuten en nuestros músculos, articulaciones y tendones.

Es por ello que manteniendo nuestro sistema digestivo y visceral sano tenemos muchas menos posibilidades de tener otro tipo de afectaciones y lesiones en nuestro sistema músculo-esquelético.

La región lumbar está formada por una serie de músculos que soportan y movilizan la columna vertebral lumbar, estos músculos influenciados por reflejos viscerales se pueden contracturar, de esta manera nuestras vértebras pueden sufrir y con ellas nuestros discos intervertebrales.

Teniendo esto en cuenta es razonable tratar algunos tipos de lumbalgias no sólo desde un punto de vista mecánico, sino también desde un punto de vista más global tratando y cuidando nuestro sistema digestivo relacionado.

El paciente con colon irritable va a notar un dolor ubicado siempre en la zona lumbar baja izquierda –en las últimas vértebras lumbares– y una rigidez en la zona lumbar alta que provoca una hipermovilidad e inestabilidad en la zona lumbar baja lesionando al 5to disco intervertebral. En algunas ocasiones puede ocasionar problemas en la cadera izquierda (como dolor en la ingle izquierda y favorecer la osteopatía del pubis en el lado izquierdo).

El estrés siempre se ha aludido como uno de los factores fundamentales del colon irritable. Tu estrés se exterioriza a través de estos espasmos del colon que producen diarrea y luego estreñimiento.

Según la medicina oriental, las personas narcisistas emocionales –deseo de mostrar siempre la parte positiva de uno mismo– y a las que les cuesta decir “no” a las demandas de los demás generan un tipo de acidez particular que además de repercutir sobre el bazo y el páncreas, produce estos espasmos del colon descendente en el intestino grueso favoreciendo el colon irritable.

Los alimentos irritantes como los lácteos, cereales con gluten, dulces, naranjas, café, chocolate, entre otros, pueden favorecer a que la persona presente más diarrea. Los alimentos que provocan gases como la col, el coliflor, las cebollas, legumbres, alubias, garbanzos y lentejas producen un espasmo intestinal haciendo que los gases presionen más y generen dolor.